Dios dijo: no es bueno que el hombre esté solo
“Aunque yo hablara todas las lenguas de los
hombres y de los ángeles, si no tengo AMOR ,
soy como una campana que resuena o un
platillo que desafina.
Aunque tuviera el don de la profecía y
conociera todos los misterios y toda la
ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe
capaz de trasladar montañas, si no tengo
AMOR , no soy nada.
Aunque repartiera todos mis bienes para
alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a
las llamas, si no tengo AMOR , no me sirve para
nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es
envidioso, no hace alarde, no se envanece, no
procede con bajeza, no busca su propio
interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal
recibido, no se alegra de la injusticia, sino que
se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo
espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías
acabarán, el don de lenguas terminará, la
ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia
es imperfecta y nuestras profecías, limitadas.
Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo
que es imperfecto.
Mientras yo era niño, hablaba como un niño,
sentía como un niño, razonaba como un niño,
pero cuando me hice hombre, dejé a un lado
las cosas de niño. Ahora vemos como en un
espejo, confusamente; después veremos cara
a cara. Ahora conozco todo imperfectamente;
después conoceré como Dios me conoce a
mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe,
la esperanza y el amor, pero la más grande todas
es el amor ”.
Carta de San Pablo a los Corintios 13, 1-13