Yo no quiero un matrimonio, ni al hombre de ensueño, sólo espero al compañero con el cual construir inolvidables momentos.
Tal vez algunos piensan que me quita el sueño, no encontrar al esposo ideal, a ese hombre que me cumpla el afamado sueño del matrimonio perfecto; pero, para ser honesta… No, esta idea no me roba el sueño, al contrario, puedo dormir con toda tranquilidad.
Lo que si me inquieta, es la idea de coincidir con ese hombre, que no solo alborote mis hormonas, sino, las ideas, ese hombre valiente que no tenga miedo a amar, que sabe lo que quiere y el camino que ha de tomar, ese que sepa ser amigo, confidente y si no es mucho pedir, que sea amante pasional, al que no le cueste ser romántico, pero que sea fuerte en la adversidad.Confío en que algún día encontraré a ese hombre que me ame tal cual soy, con el que pueda crear esa mágica conexión de entendernos sin palabras, ese con el cual pasar el resto de mis amaneceres, ese que sea mi refugio, mi amor, mi esperanza.