Mujer en busca del amor
Soy una mujer dulce, cariñosa y muy romántica con mucho amor para dar y recibir.
Busco un hombre que no tema a la ternura,
que se atreva a ser débil cuando necesite detenerse
para recobrar fuerzas para la lucha diaria;
que no piense que al amarme lo derroto,
o que al amarlo me aniquila.
Un hombre que me proteja de los demás y de mí misma,
que conociendo mis errores,
los acepte y me ayude a corregirlos.
Un hombre que quiera y sepa
reconocer mis valores espirituales
y sobre ellos pueda construir todo un mundo,
que nunca me rebaje con su trato.
Un hombre que con cada amanecer
me ofrezca una ilusión,
que aliente nuestro amor con toda delicadeza
para que una flor entregada con un beso
tenga más valor que una joya.
Un hombre con el que se pueda hablar,
que jamás corte el puenteo de comunicación
ante quien me atreva a decir cuanto pienso
sin temor de que me juzgue y se ofenda
y sea capaz de decírmelo todo,
incluso que no me ama.
Un hombre que tenga siempre los brazos abiertos
para que yo me refugie en ellos
cuando me sienta amenazada e insegura,
que conozca su fortaleza y mi debilidad;
pero jamás se aproveche de ello.
Un hombre que tenga abiertos los ojos a la belleza
a quien domine el entusiasmo
y ame intensamente la vida,
para quien cada día sea un regalo inapreciable
que hay que vivir plenamente
aceptando el dolor y la alegría con igual serenidad.
Un hombre que sepa ser siempre
más fuerte que los obstáculos,
que jamás se amilane ante la derrota
y para quien los contratiempos
sean más estimulos que adversidad.
Pero que esté tan seguro de su poder
que no se sienta en la necesidad de demostrarlo
a cada minuto en empresas absurdas sólo para probarlo
Un hombre que no sea egoísta,
que no pida lo que no se ha ganado,
pero que siempre haga esfuerzos
para tener lo mejor porque lo ha ganado.
Un hombre que goce dando y sepa recibir
Un hombre que se respete a sí mismo,
porque así sabrá respetar a los demás;
que no recurra jamás a la burla ni a la ofensa,
que más rebajan a quien las hace que a quien las recibe.
Un hombre que no tenga miedo de amar,
ni que se envanezca porque es amado,
que goce el minuto como si fuera el último,
que no viva esperando el mañana
porque tal vez nunca llegue.
Cuando lo encuentre lo amaré intensamente.